La palabra escritura tiene su origen en el término latino "escribire", que a su vez significa rayar: hacer incisiones, trazos, líneas sobre una superficie, marcarla. En definitiva, dejar huellas de movimiento y deseo. Por otro lado, una página en blanco puede ser un gran desafío para quienes crean: ¿por dónde empezar? ¿Cuál es la forma correcta? ¿Qué resultado queremos tener?

Este taller propone perder el miedo y la restricción de la página en blanco de una manera libre, pero que, de ninguna manera, es fácil o simple: a través del absurdo. Los participantes podrán elegir instrumentos ya preparados para la actividad, o construir sus propios instrumentos para dibujar, y enfrentarse a diferentes formas y dimensiones para el ejercicio, ya sea para el dibujo o para el texto. Rascarse con otras partes del cuerpo, o sobre superficies desafiantes, o incluso en dimensiones que no son obvias, es parte de la experimentación.